Lección: pasos pequeños, pero constantes.
¿Y si estamos cansados?
Pues pasos, pequeños, y quizá un poco lentos, pero constantes.
¿Y si nos caemos?
Pues pasos pequeños, lentos y quizá un poco dolorosos, pero constantes.
¿Y si nos empujan?
Pues pasos pequeños, lentos, dolorosos y quizás un poco tristes, pero constantes.
¿Y si nos frenan con muros y zanjas?
En ese caso... Simplemente, buscaremos otro camino y empezaremos de cero.
¿Y por qué?
Porque seguir cansados o caerse está permitido, recuperase de un empujón, también; nunca se sabe si ha sido intencionado o fortuito, pero hay que conceder el beneficio de la duda.
Pero aquel que te frena con muros y zanjas sólo merece ver tu espalda mientras cambias de dirección.
¿Aunque estemos solos?
Mejor solos, que con la compañía del veneno, la toxicidad y la envidia.
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