sábado, 21 de abril de 2018

Dirección al pasado.

Encontró una vieja puerta desvencijada a la que hacía meses que no se asomaba. Sabía que lo que había detrás podía no gustarle. Pero aquella noche, se sitió valiente, fuerte, deseosa de recordar, y entró.
Craso error
Las verdades, disfrazadas de metáforas, la esperaban con puñales en las manos. Los vestigios de un tiempo pasado, un tiempo feliz, le abofetearon la cara sin aviso. Y la que entonces fue una dulce evocación de momentos y presentes ya pasados, le llenó la boca de un amargo sabor. 
¿Y ahora? 
Ahora sólo queda esperar a que las heridas que un día mojaron sus manos con sangre roja, vuelvan a ser sólo cicatrices. Ahora sólo queda buscar sábanas ajadas entre los muebles cubiertos de polvo para intentar contener los ríos de experiencias añejas.